17/10/08

La lealtad

17 de octubre, Día de la Lealtad para la liturgia peronista. Día fundacional que se celebra como si fuera Navidad o el Día de Acción de Gracias.
Como sea, para este 17 de octubre, el PJ tuvo cuatro actos distintos: uno, encabezado por la presidente de la Nación, Cristina Fernández; el otro, por su marido, el ex presidente Kirchner, en Paraná; un tercero en Concordia, Entre Ríos, a pocos kilómetros del anterior, convocado por el caudillo provincial, Busti; y finalmente, el que contuvo al llamado "peronismo disidente" con Chiche Duhalde y el legislador Francisco de Narváez en la tribuna levantada en la cancha de Ferro, en plena ciudad de Buenos Aires. Por supuesto, en todos se habló de "lealtad". Lealtad a los principios, lealtad a los proyectos, lealtad "de los funcionarios que no traicionan el voto del pueblo" -se dijo por ahí-. Lealtad, lealtad y más lealtad.
Pero lo cierto es que por lo menos hubo cuatro tipos de lealtades: dos, al proyecto kirchnerista -que se encolumnaron, precisamente, detrás de los Kirchner-, aunque al parecer estén perdiendo fuerza como corriente dominante dentro del PJ. Otros se reunieron en nombre de la lealtad a la esencia del peronismo que representaría esa facción y la cuarta lealtad, curiosamente, se declaró leal al partido.
En fin, los porteños, agradecidos de que esta vez a ningún dirigente se le ocurrió llevar su lealtad a la Plaza de Mayo y decretar asueto para que los estatales pudieran ir al mitin partidario, una modalidad que solía formar parte de este día. La ciudad lució como cualquier día de semana.
En cuanto a los cruces discursivos, cada uno habló de la lealtad que más le convino.
Cristina aprovechó para "pegarle" al campo. Néstor, su marido, para refrescar la deslealtad del vicepresidente Cobos y pedir a la concurrencia que sigan siendo consecuentes a su mujer en el poder. De Narváez -diputado nacional- aprovechó para quejarse de la inflación, el gasto público y desafiar a Néstor K., presidente del PJ, para las elecciones del año próximo. Y Busti hizo lo suyo en Concordia. Eso sí, antes se cuidó de no sacar los pies del plato: no compartió el acto de Kirchner en su provincia, pero hubo un acercamiento.
Así las cosas, sólo el tiempo dirá cómo se reacomodarán las lealtades dentro del Partido Justicialista. Por ahora, lo cierto es que el presidente del PJ no logró reunir a todos bajo su nombre. Un dato que no es poca cosa.
Así pasó otro 17 de octubre. Otro Día de la Lealtad. Pero, ¿lealtad a quién o a qué, se estarán preguntando los peronistas? ¿A un nombre?, ¿a un proyecto?, ¿a las viejas banderas partidarias? ¿A todo eso junto? Si fuera por los mandatos partidarios, pocos parecen recordar aquella premisa que dejó Juan Domingo Perón: "Primero la Patria; después el Movimiento y por útimo los hombres". En estos tiempos, las prioridades del líder resultan invertidas: van primero por sus propios nombres, después por el PJ y muy por detrás, quedó el proyecto de país. O algo así.
Habría que preguntarse, ¿qué merece la lealtad de una persona?
Y como siempre, no resiste archivo.

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