6/7/08

Cristina, los transversales y el PJ

El encuentro fue en una parrilla, tenedor libre, al sur del conurbano. Ahí estábamos compartiendo un buen trozo de tira de asado con el intendente del lugar, muy comprometido -o al menos así aparece siempre- con la línea K . Distendidos, vino tinto de por medio, una charla que prometía, un rato entre amigos. Preocupado porque su territorio tiene un déficit no muy grande para llegar a fin de mes, nuestro amigo se quejaba que desde el Gobierno, a pesar de su alta fidelidad, no le habilitaban dinero para darle impulso inicial a su gestión.
La cena fue en marzo. Hoy es casi reveladora.
- ¿Y Cristina?... ¿Qué onda? - preguntamos.
- Conmigo ninguna onda. Jamás me habló... No sé qué piensa... Es más, no sé si piensa.
(Aquí tendríamos que poner un sonido onomatopéyico: Plop!)
- Qué raro que nunca te hayas cruzado con ella, siendo que fuiste uno de los primeros convocados por Kirchner para impulsar su jefatura al PJ. ¿Dónde quedaron los transversales? Porque si ahora quiere aglutinar al PJ...
- La transversalidad jamás se la creyó ni el mismo Kirchner. Con esa jugada política, mantuvo a toda la oposición y a los peronistas peléandose durante sus cuatro años, y así gobernó como quiso. Y ahora quiere lo mismo con el PJ, para que Cristina pase su mandato sin sobresaltos...
- Pero sabemos que el PJ apoya hasta que deja de hacerlo. Vos sabés mejor que nadie que esas internas peronistas son históricas. ¿La dejarán gobernar así de fácil?
- Hay que ver cómo se dan las cosas...
- ¿No te parece vergonzoso lo que están haciendo con el Indec y los índices de inflación?... Me parece que si se pone a la clase media en contra...
- Hay cosas desprolijas. Hay que ver qué pasa...
Llegaron los postres, el fin de la cena y la despedida. A la semana, comenzó el problema del campo. Pasaron más de cien días en que este diálogo parecía premonitorio, aunque aquella vez, durante la charla, del campo sólo hablamos para elogiar la carne que estábamos comiendo.
Cuatro meses después, las mismas dudas que tenía nuestro amigo intendente comprometido con la línea K, siguen -o peor- se acrecentaron: ¿Qué piensa Cristina? ¿La dejará gobernar el PJ? ¿La dejará gobernar su marido? ¿Tendrá cintura para volver a conquistar a la clase media, después de haberla acusado de golpista y desastibilizadora?
Como siempre... Esto no resiste!

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