29/8/08

Por amor al arte

Es curioso: a Buenos Aires se la considera "la" ciudad cultural de América Latina. Y con un simple repaso de la agenda de actividades, podemos decir que es verdad. Más de doscientas obras de teatro rodando al mismo tiempo (en el circuito comercial, en el off, en centros culturales); un festival internacional de tango que congrega a miles de fanáticos de todo el mundo; un circuito off Colón con una programación que, sinceramente, nada tiene que envidiarle a nuestro Gran Teatro. Digamos que sí, hay una interesante movida en lo que a expresiones culturales se refiere. Hasta podríamos incluir a ese hotel alojamiento/albergue transitorio que fue "intervenido" por artistas (Telo Muestra) y que hace a las delicias tanto de los amantes furtivos como a quienes desean ir a fisgonear desde lo artístico.
Sin embargo, gran parte de todo esto, tiene una marca: se mantine lisa y llanamente, por amor al arte. Porque a no ser que el Estado local o nacional, considere que alguna de estas actividades es "rentable" a su gestión, lo cierto es que la cultura no formará parte de su agenda. Por lo cual, las iniciativas privadas, suelen ser parte del financiamiento cultural. Desde acá sostenemos que la cultura no es necesariamente incompatible con la falta de presupuesto estatal. Sino que es, antes que nada, incompatible con la ignorancia de los políticos.
La cultura sigue siendo el furgón de atrás. Podríamos pensarlo así: siempre los diferentes momentos de la historia de una sociedad tuvieron su correlato en lo artístico; y hasta en lo arquitectónico. Busquemos cualquier etapa de la vida social de una civilización o de un período histórico de un país, y siempre encontraremos una expresión artística: desde las manos en las Cuevas de Altamira al último libro de Paul Auster sobre la soledad de un hombre en la ciudad de Nueva York.
Pero, ¿qué pasa en Argentina con las expresiones culturales?

Hace un par de días, Mauricio Wainrot, director del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, re-estrenó su obra más emblemática: Anna Frank (música de Bela Bártok). Fue un acontecimiento del que no hubo demasiado correlato en los medios. "Las obras acá mueren cuando baja el telón", suele decir Wainrot. Y es así. Un ballet que bien podría ser embajador de la ciudad o del país, termina quemando naves con cada función y cuando el programa llega a su fin. Wainrot todavía recuerda cuando, hace diez años, apenas había tomado la conducción del ballet, pidió una entrevista con el entonces secretario de Cultura de la Nación, con la intención de que lo apoyaran para realizar una gira con otro éxito mayúsculo, Carmina Burana. Wainrot esperó dos horas en una sala y jamás lo atendieron. "Me dije que nunca más pasaría por esa humillación", resume. El tiempo pasa, las cosas no cambian. Cualquier gran compañía de ballet tiene su temporada de gira. No sólo produce encuentro con los otros, sino que además, es un fuente de recursos para el teatro o ciudad o país que representa. Bueno, acá eso no sucede. Y no porque no haya materia prima, que es lo que sobra.
Es preciso recordar que esta versión de Anna Frank fue representada por once compañías internacionales y es la coreografía hecha por un argentino, más difundida y reconocida en el exterior. Wainrot, por su parte, comandó importantes compañías de ballet en Inglaterra, Estados Unidos, Bélgica y Canadá. Y sus obras llegaron mucho más lejos que él todavía: China y Turquía las aplaudieron.
Sin embargo, la impresión -quizás la certeza- es que los funcionarios están agradecidos de que los artistas argentinos sigan trabajando por amor al arte. Sin dudas, es más rentable para los políticos una imagen al lado de un personaje dudosamente exitoso pero masivo, salido de la televisión, que la expresión de los artistas que crean en el anonimato. Aunque, afortunadamente, sobrevivirán a los funcionarios. Pero, ¿hasta cuándo?
Y esto, tampoco resiste un archivo
.

1 comentario:

Pandora & Zeuz dijo...

estábamos pensando hace unos dias... qué gracioso es cuando felicitan a alguien por su labor o mérito obtenido....mientras todos sabemos que los pobres se tuvieron que preparar solos porque no contaban con el apoyo de quienes luego los felicitan...verguenza debería darles.
Saludos!
PyZ