23/3/09

Sin profetas

La antigua tradición de la Iglesia católica sostiene que sus fieles y sus dirigentes, deben tener una dimensión profética frente a la historia. Profetas, no como un arte adivinatorio del futuro. Profeta en su dimensión de leer la realidad y denunciar aquello que va en contra de la integridad de los hombres y sus derechos. Esa es una de las bases de la Doctrina Social de la Iglesia, de la que hace rato, al parecer, el Vaticano decidió archivar.
Hoy, un diario reproduce los cuestionamientos que hay dentro de la Iglesia argentina en cuanto a que sus clérigos participen o no de los reclamos sociales, por caso, de la última movida en Plaza Mayo pidiendo por seguridad, donde participaron un rabino y un sacerdote.
Parece ser que la jerarquía eclesiástica no quiere tener problemas con el gobierno, quien podría ser generoso con esa institución, en la nueva ley de radiodifusión, entregándole señales de cable.
Si la Iglesia pierde o deja su dimensión profética, pierde su razón de ser.
Y esto... tampoco resiste archivo.

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